martes, 14 de febrero de 2017

PitchCar

Hola comunidad:

Para los amantes de los deportes de velocidad, que tenemos una edad en la que hemos jugado con las famosas chapas, los coches de juguete, y para los que tuvieron la suerte de que los Reyes Magos les trajeron el tan pedidísimo Scalextric, tenemos en Gobelet, vuestro mejor viaje al pasado en forma de juego de mesa.



PitchCar es un juego de habilidad, más específicamente de "flicking" (como el Flick'em Up), de 2 a 8 jugadores mayores de 6 años y de una duración aproximada de unos 30 minutos, en el que nos pondremos en la piel de unos pilotos de carreras que, como es normal, quieren acabar primero. Pero como en la Fórmula 1, no todo vale, y para ganar también hay que ser el más honesto.

Unboxing:

Aunque está la versión PitchCar mini, en esta reseña nos centraremos en la versión original, que viene en caja grande y que trae:


  • Manual de reglas: muy sencillo, y es más largo de lo que parece porque viene en un montón de idiomas diferentes.
  • 10 tramos curvos: son de madera de color negro, y se montan como un puzzle, o como sería la comparación más fácil, como un Scalextric.
  • 6 tramos rectos.
  • 16 barreras de seguridad: de plástico de color rojo que se colocarán en alguno de los tramos del circuito.
  • 8 fichas de coche: de madera, una de cada color para cada jugador con la ilustración de un monoplaza.



Cómo Jugar:

Para los que tenemos una edad, es imposible no recordar los Scalextric, y lo mejor de todo era... ¡EL MONTAJE DEL CIRCUITO!

El juego trae diferentes circuitos por si no queremos comernos la cabeza a la hora de montar, pero no es necesario, y si queremos personalizarlo a nuestra manera, no hay ningún problema.

La preparación de la partida consiste en:

  1. Montar el circuito usando cualquier número de tramos curvos o rectos.
  2. Colocar las barreras que creamos oportunas en los diferentes tramos. Conforme vayamos avanzando en el uso de PitchCar podemos ir usando menos barreras para incrementar el nivel de dificultad.
  3. Cada jugador elige la ficha del color de coche que más le guste.
¡Que calienten los motores!



Tengo que decir que lo que viene a continuación me parece muy "friki" y eso me encanta. El juego tiene 2 fases, calentamiento y carrera:

  • Calentamiento: como en cualquier carrera que se precie, el orden de salida viene determinado por el mejor tiempo en las sesiones clasificatorias. En PitchCar no tenemos tiempo, por lo que cada jugador dispondrá de una vuelta en solitario al circuito, contando el número de golpes o "flicks" que haya utilizado para completarla. El orden de salida será inversamente proporcional al número de golpes de cada jugador, es decir, el que menos "flicks" haya hecho, saldrá primero, y así sucesivamente. En el caso de que exista un empate entre dos o más jugadores, se puede optar a dar otra vuelta de desempate, o otorgar la plaza más alta al jugador que haya cubierto una distancia más grande con un sólo movimiento.

  • Carrera: siguiendo el orden determinado por el calentamiento, se darán 3 vueltas al circuito, hasta que el primer jugador llegue a la meta de la tercera vuelta. En este momento, se proclamará vencedor de la carrera a ese primer jugador, y los demás no continuarán jugando, si no que sus posiciones finales serán las que ocupen en ese mismo momento.




Pero como en las carreras reales, existen unas reglas que tenemos que cumplir si no queremos que el comité de competición no nos sancione:

  1. Sólo podemos golpear nuestra ficha una vez por movimiento.
  2. Si golpeando nuestra ficha, chocamos contra la fich... vamos a meternos en el papel, ¡leñe! Si moviendo nuestro monoplaza, chocamos con el de otro jugador, lo dejaremos en el lugar donde se haya quedado, siempre que NO haya salido del circuito.
  3. Si en nuestra trazada, echamos fuera de la pista, el coche de otro jugador, se nos penalizará colocándonos en la situación inicial del turno y pasando el mismo al siguiente jugador. Así mismo colocaremos el vehículo de nuestro rival en la situación que se encontraba al principio del turno.
  4. Si durante el golpeo, nos salimos de la pista, o la ficha queda boca abajo (no se ve el dibujo), sacaremos el coche de la pista a la altura de donde se encontraba al inicio de ese turno. En nuestro turno siguiente, lo volveremos a colocar dentro de la pista en la situación inicial del turno anterior. Es decir, simboliza que hemos tenido un accidente o una salida de pista y perderemos tiempo al reincorporarnos.
  5. Si no hemos controlado nuestra fuerza y hemos hecho un golpeo demasiado fuerte, y nuestro coche ha despegado del circuito, sólo se considerará un movimiento válido si no hemos recorrido, de esta manera, más de dos tramos del circuito. En el caso de que no sea válido, nos volveremos a la situación inicial y pasaremos turno.





Además del modo carrera tenemos otras variantes para aprovechar mejor el juego y resulte menos monótono:

  • Campeonato: iremos cambiando los circuitos en diferentes carreras, y según la clasificación final se otorgan los puntos.
  1. 10 puntos.
  2. 8 puntos.
  3. 6 puntos.
  4. 5 puntos.
  5. 4 puntos.
  6. 3 puntos.
  7. 2 puntos.
  8. 1 punto.
  • Persecución: este modo se juega por equipos. Se construye un circuito que tenga al menos 8 tramos y se colocan los equipos en zonas separadas, exactamente, por el mismo número de tramos entre ellos. El equipo que antes consiga alcanzar un coche del equipo rival, vence la partida.

  • Trash: es una partida estándar sólo que se permite echar a los rivales de la pista y si un coche vuelca, no es penalizado, simplemente se le vuelve a colocar boca arriba. Un modo de juego que no tiene en cuenta la cortesía entre rivales.



Si queremos rememorar nuestros recuerdos de infancia, cuando jugábamos a las chapas, los coches o al Scalextric, PitchCar es una excelente elección. Si tenéis hijos que empiezan a crecer y queréis compartir alguna afición con ellos, disfrutarán ellos (casi) tanto como vosotros.

Los diferentes tipos de juego hacen que el juego nos permite volver a disfrutarlo, y sobretodo, si nos metemos en el papel, nos dejamos llevar, nos burlamos de nuestros rivales y celebramos nuestras victorias como si hubiéramos ganado el GP de Mónaco, veremos que este juego es mucho, pero mucho mucho más, de lo que parece en una simple reseña.



Nos damos unas vueltas en nuestro monoplaza y os esperamos la semana que viene en otra reseña de los juegos de mesa que podéis encontrar en nuestra tienda. ¡¡Broomm Broooooomm!!

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