miércoles, 25 de mayo de 2016

Dixit

Hola comunidad:

Estoy convencido de que alguna vez os habéis preguntado porqué nuestras mentes funcionan de una manera diferente a la de los demás y cómo eso afecta a lo que vemos y cómo lo vemos. Pues en Gobelet tenemos un juego que nos hará ver cómo de chalados estamos, y cómo de diferente percibimos el mundo que nos rodea, este juego es Dixit.



Antes de comentar nada del juego, quiero excusarme. Esta reseña es una de las más difíciles que me ha tocado hacer, no por el tiempo invertido o la dificultad del juego (que ya veréis que es muy baja), sino porque Dixit es un juego tan divertido y con tantísimas posibilidades que no creo que esta reseña sea justa con él, ya que sólo jugando podréis daros cuenta de lo original que puede ser un juego como éste, con pocas reglas y mucha imaginación.

Dixit es un juego de 3 a 6 jugadores, a partir de 10 años, basado en la definición de ilustraciones y que sus partidas duran sobre 30 minutos. Vamos a abrir la caja a ver que encontramos.


Unboxing:

Manual de instrucciones: literalmente, una página de instrucciones. Hay más, pero porque está en distintos idiomas.

Fichas de números troqueladas: con 6 colores diferentes, uno para cada jugador y que nos sirven para votar qué carta creemos que es la verdadera.



Un montón de cartas (84): lo mejor del juego y lo único imprescindible. Son grandes y las ilustraciones son impresionantes, hay gente que se ha comprado el juego sólo por las ilustraciones.



Un tablero: sencillo con números del 1 al 30. Nos servirá para ir marcando la puntuación de cada jugador durante el juego. Tiene un cajón que podemos sacar para colocar el mazo de cartas o podemos darle la vuelta y cerrar el tablero.



Los marcadores de cada jugador: pequeños conejitos de madera, uno de cada color, para diferenciarlos. Se irán moviendo por el tablero para indicar que avanzamos en el juego.




Pues esto es lo que trae, ahora veréis cómo se juega.





Cómo Jugar:

Para empezar a jugar repartimos 6 de las cartas ilustradas a cada jugador, manteniéndolas boca abajo.

El jugador inicial será el cuentacuentos, y su labor será elegir una de las cartas que tiene y decir una frase, tararear una canción, o hacer un sonido o gesto que pueda definir una de sus cartas, pero no excesivamente explícita, ya veréis el porqué...

Una vez que el cuentacuentos dice su frase, los demás jugadores elegirán de entre sus cartas una que pueda "pegar" con la que ha dicho el cuentacuentos y las colocarán boca abajo, barajando todo el montón y se mostrarán a todos.



Con las fichas troqueladas de números, el jugador inicial marcará, secretamente, cuál es su carta de entre todas las mostradas. Y los demás jugadores, con sus fichas, votarán cuál creen ellos que es la carta del cuentacuentos. En el momento que todos hayamos votado se da la vuelta a todas las fichas, para ver las votaciones de cada uno. Y ahora pensaréis, menuda chorrada de juego, lo más fácil es definir la ilustración con una frase y ya está. Pues no, porque las puntuaciones se resuelven así:

- Si un jugador acierta la carta, gana 3 puntos.

- Si nadie acierta la carta, el cuentacuentos gana 0 puntos y los demás jugadores ganan 2 puntos.

- Si todos aciertan la carta, el cuentacuentos gana 0 puntos y los demás jugadores ganan 2 puntos.

- Si a un jugador, que no es el cuentacuentos, le votan su carta, gana 1 punto.

- Si al cuentacuentos le votan su carta, pero no se la votan todos, gana 1 punto por cada votación.



Pues ya sabéis porqué en Dixit no tienes que ser muy explícito, pero tampoco tienes que ser muy enrevesado, siempre encontraremos algún compañero de juegos con una mente trastornada como la nuestra que podremos hacer que nos voten, sin que los demás lo entiendan.

Una vez hecho esto, se marcarán las puntuaciones en el tablero y cada jugador robará una carta hasta que volvamos a tener 6.

El juego terminará cuando el primer jugador llegue a los 30 puntos (fin del tablero) o se acabe el mazo de cartas. Si esto ocurriera, el jugador o jugadores con más puntos, ganarían el juego.



Este juego es uno de los mejores juegos que tenemos en Gobelet, y no porque lo diga yo, sino porque este es un juego que la gente se lleva por curiosidad y que luego vuelven para regalarlo a amigos. Es genial para una velada diferente con amigos o para unas partidas en familia, ya que lo que un adulto ve, un niño puede ver otra cosa, lo que nos hace replantearnos muchas cosas de nuestra cabeza.

Cómo ya he comentado, esta reseña ha sido difícil, no por el tiempo invertido, sino porque el juego tiene unas posibilidades que no son fáciles de explicar en una reseña. Os recomiendo, fervientemente, que juguéis, y experimentéis lo que puede haber dentro de vuestra cabeza y la de los demás, disfrutando además de las increíbles ilustraciones de las cartas de juego. Nos encanta que juegos así triunfen, ya que un juego es como un chiste, cuando somos nosotros los que lo completamos tiene más gracia. Un saludo y hasta la semana que viene.


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